Historia

      La Congregación de Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret fue fundada en 1874 por San Josep Manyanet y Vives, un sacerdote de la diócesis de la Seo de Urgell, para dar respuesta a dos necesidades urgentes de la sociedad: la educación y la familia.

      Como secretario del obispo de la Seo, S. Josep Manyanet había tenido la oportunidad de conocer de cerca la situación de la sociedad de su tiempo, y de ahí nació su intuición de fundar dos congregaciones, en 1864 los Hijos de la Sagrada Familia para varones y diez años después la Congregación para alumnas, dedicada a la “formación de familias cristianas mediante la educación de la niñez y la juventud”.

      El 28 de junio de 1874 se erigió en Talarn (Lérida) la primera comunidad de «Hijas de la Sagrada Familia» y se estableció el primer noviciado. La obra, que agrupaba también, por orden del Obispo Caixal, a unas religiosas que provenían del Instituto de Hermanas de la Caridad de la Concepción y de San José creció con dificultades desde los inicios entre tensiones y crisis que se resolvieron con un nuevo inicio de la Congregación en 1894 en Aiguafreda (Barcelona), esta vez con el nombre Religiosas de la Santa Casa de Nazaret. Para este momento San José Manyanet contó con la estrecha colaboración de M. Encarnación Colomina, una verdadera Cofundadora.

      Con la llegada de la Comunidad a Aiguafreda se abrió el primero de varios colegios, que fue creciendo en alumnado a la vez que se incrementaba el número de jóvenes que querían compartir el carisma.

      Después de la muerte del Padre Fundador, diversas circunstancias, algunas políticas como la semana trágica de Barcelona (1909) otras de origen interno, frenaron un tanto el crecimiento de la Congregación hasta que en 1923, con la elección de M. Pilar Mas como Superiora General la Congregación recibió un nuevo impulso, que la guerra civil (1936-1939) no pudo frenar, sino que incluso ofreció la oportunidad de que la Congregación se expandiera en Canarias, al ser acogida por Fray Albino Menéndez de Reigada, obispo de Tenerife. Barcelona y Madrid contaron también con colegios dirigidos por las Misioneras de Nazaret.

      La Congregación fue creciendo en vivencia del carisma y en número de religiosas y obras. En 1950 recibió el Decretum Laudis, por el cual era reconocida como de Derecho Pontificio con el nombre definitivo de Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret y en 1958 llegó de Roma la aprobación definitiva.

      M. Pilar Mas
      M. Cecilia Cros

      Cuando en 1952 el Papa Pio XII pidió a los religiosos de España fundar en Latinoamérica, la Superiora General, M. Cecilia Cros, puso a sus religiosas a disposición de la Obra Misionera y  aquel mismo año, el 22 de agosto, una comunidad llevaba el carisma de Nazaret a Colombia, en Colón, un pueblo del Putumayo.

      Colombia, Venezuela, Bélgica, vieron expandirse el carisma de Nazaret en los más de veinte colegios que se abrieron durante estos estos años. En 1969 la Congregación llegó a Camerun (Africa). Años después 1983 y 1985 llegó también a Brasil, Roma, Paraguay y en 1995 a Ecuador.

      Siendo Superiora General M. Montserrat Del Pozo la Congregación ha llegado a Sidney (2014), Ende en la Isla de Flores, Indonesia (2015), a Gleno en Timor Leste (2018) y Darwin en Australia (2019).

      El Proyecto Educativo Nazaret hoy es un referente de innovación pedagógica seguido por directivos y centros escolares de diversos países del mundo. En los 50 colegios Nazaret en los cinco continentes, se educan hoy 30.000 estudiantes, con 1600 profesores.